La Real Casa de El Quexigal fue levantada en el año 1563 por el famoso arquitecto Juan de Herrera, en el mismo estilo que su obra maestra, el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, durante el reinado de Felipe II.
La Granja, que estaba a cargo de monjes Jerónimos, además de cumplir con su función inicial de abastecimiento de madera, constituía una fuente de suministro completo de alimentos para El Escorial: aceite, vino, mieles, hortalizas y demás.
La finca se encuentra ubicada en el término municipal de Cebreros, ocupando una superficie de unas 1.400 hectáreas. Se caracteriza por una enrevesada serie de montículos, roquedales, valles, llanadas de suave pendiente, ríos y arroyos dispuestos al azar por la sabia naturaleza.
La variada vegetación y arbolado: pinos piñoneros, encinas, alisos, enebros, álamos… incluye quejigos, árbol tan profuso que dio nombre a la finca.
Este palacio de El Quexigal albergó una gran colección de obras, algunas de las cuales se perdieron en un incendio que sufrió. Se conserva en la Iglesia Parroquial de Cebreros una talla de madera policromada que representa a San Bernardo, en tamaño natural.