Ávila es líder en turismo rural, algo que debemos mantener.
María Victoria Moreno, Diputada de Turismo de Ávila, apuesta por afrontar la crisis con ideas imaginativas y de calidad para que el turismo no se desplome.
-¿Cuál es la tarjeta de visita de la provincia de Ávila que presenta el Patronato de Turismo de la Diputación?
-Afortunadamente tenemos una provincia que tiene de todo, por lo que son muchas las cosas que podemos ofrecer a quien nos visite. Desde el turismo activo, al turismo gastronómico, o el de balnearios, o el etnológico. Y como novedades de este año hay que destacar en el municipio de Cebreros, en la zona del Alberche de Pinares, el maravilloso Museo de la Transición, dedicado a la figura de Adolfo Suárez, que nació allí. Y como el 2010 es Año Santo Jacobeo, hay que recordar que Ávila también tiene Camino de Santiago. Una preciosa senda por la que podrán pasar los peregrinos que lo deseen.
-Ese Museo de la Transición es ya una realidad.
-Como todo, lo que más cuesta es arrancar. Pero este museo ya es una realidad, en la que la Diputación ha puesto mucho esfuerzo y empeño por que salga adelante. Ya estamos viendo los frutos de ese trabajo y esfuerzo.
-Ahora está de moda la Transición.
-El Museo de la Transición es el sitio idóneo para conocer de primera mano cómo fue esa época de España: cómo era la sociedad, la cultura… El museo lo refleja todo. Éste es el momento de comprobar las cosas que la tele no cuenta pero que sí sucedieron. Un nuevo prisma sobre esta fase trascendental de España.
-Antes hablaba del Camino de Santiago de Ávila. ¿Por dónde discurre?
-Ávila forma parte del Camino de Santiago del suroeste. A él pertenecen municipios como El Tiemblo, Cebreros, El Barraco… desde donde continuar con las grandezas de la Moraña. Esta iniciativa es fruto de muchas personas y asociaciones que han materializado la vigencia del Camino de Santiago abulense.
-¿Conoce personalmente este Camino?
-Debo reconocer que no. Pero es, sin duda, mi asignatura pendiente. Debo coger un poco de fondo, un poco de forma, y lanzarme y recorrerlo. Reencontrarme con los milagros paisajísticos y patrimoniales de la provincia de Ávila por esta senda santa.
-En las últimas ferias de Turismo han presentado un ‘spot’ en el que se promociona la provincia.
-Las imágenes que en el spot aparecen son impresionantes. Representan muy bien lo que es nuestra provincia y nuestra gente. Demostramos cariño, paz, tranquilidad y sosiego, pero a la vez una sociedad abierta al mundo donde todos tenemos cabida. También hay que destacar la música que acompaña a las imágenes, muy pegadiza. Todo en su conjunto deja clara la siguiente máxima: ‘Ávila, mucho cerca de ti’.
-¿Cuáles son los objetivos turísticos para el 2010?
-Hay que vender todo lo que Ávila tiene, que es mucho. No olvidemos que la provincia es líder en turismo rural, un liderato que hay que mantener. En estos momentos tan difíciles que estamos pasando debemos trabajar para que el turismo no decaiga y que los visitantes sean conscientes de la magia y el encanto de nuestro entorno. Estamos en una posición privilegiada que hay que mantener.
-¿Cuáles son las expectativas depositadas desde la Diputación?
-Creo que a pesar del momento, repito, Ávila se constituye como una referencia en el turismo rural. Tenemos todos los ingredientes para que cualquiera pase unos días inolvidables en la provincia de Ávila.
-¿Ávila es un destino turístico infravalorado por los propios abulenses y castellano y leoneses?
-Sin duda. Pero lo mismo pasa a nivel general de España. El turismo no es solo coger un avión y viajar a un destino lejano. En Ávila hay monumentos, rincones, sensaciones y lugares únicos. Insisto en que no todo es playa. El turismo depende del gusto de cada uno, pero creo que la gente ahora, cuando viaja a un sitio, además de que sea bonito, quiere tener cosas que hacer. Ávila tiene un turismo activo sensacional, y también gastronómico. Es muy importante saber qué comer, decir qué bien he comido. Ávila tiene qué hacer y qué comer.
-Como bien decía la gastronomía es otra tarjeta de presentación turística de Ávila.
-Aparte de los platos típicos, como chuletón, cochinillo y judiones, hay mucho, mucho más. Por ejemplo El Rondón de Cebreros, un centro rural abulense que crea arte contemporáneo con la gastronomía típica del lugar. Hemos evolucionado, incluso con la gastronomía. Y cómo no destacar también los vinos abulenses, de sobra conocidos. No es algo que invente. Quien pruebe un vino de Cebreros, de Las Navas o de El Barraco, sabe de lo que hablo. De hecho, nuestros caldos sirven de metáfora para clasificar a los abulenses: con cuerpo, sabor y sinceridad. Los de aquí somos gente de palabra, al igual que los castellanos y leoneses. Por algo nos llaman ‘Ávila de los Caballeros’, y cada ápice de nuestra provincia denota el espíritu de los que moran en estas tierras.
-¿Qué imagen de los abulenses tienen los turistas?
-En los telediarios, Ávila aparece por el frío, por la nieve, y la gente cree que somos gente reservada. Pero en los escaparates turísticos la gente queda asombrada por la realidad. Llenos de contrastes de climas, parajes, como la Moraña, el Tiétar, la zona de Barco, todo ello autoridad y majestuosidad. La imagen preconcebida de Ávila suele ser errónea. Cuando la gente nos visita queda encantada, porque la nuestra es una provincia abierta al mundo.
-¿La crisis ha afectado al turismo en la provincia?
-Pues sí, claro, como en todas las cosas. Nosotros no somos, por fortuna los que más hemos descendido. Pero cuando hay que apretarse el cinturón, el turismo es una de las cosas de las que nos privamos antes. Hay encuestas que aseguran que los españoles no se privarían de sus vacaciones por ahorrar, pero la realidad es que se ha notado, especialmente en las fechas puntuales. Los turistas no se quedan tantos días como antes, ni vienen desde tan lejos como antes. Ahora la mayoría de los visitantes son de Madrid y de las provincias limítrofes, como Toledo o Salamanca.
Fuente: El Norte de Castilla.