El poeta, profesor y sacerdote Jacinto Herrero Esteban recibió anoche el título de hijo adoptivo de la capital abulense ante numerosos ex alumnos y personas relacionadas con el mundo de la cultura abulense, como el Premio Cervantes José Jiménez Lozano, natural del mismo pueblo que el homenajeado.
‘Significa que he hecho algo por la ciudad’, poco antes de comenzar el acto en el que recibió un galardón en la que ciudad que le acoge desde 1965, donde ha ejercido décadas como profesor de la Literatura en el Colegio Diocesano.
Se trata del vigésimo sexto hijo adoptivo de la capital abulense.
Nacido en Langa en 1931, su obra más conocida es ‘Ávila la Casa’, donde refleja sus sentimientos hacia la capital abulense y pinta el paisaje en sus versos.
Sus palabras fueron de ‘agradecimiento’ ante el reconocimiento municipal, pero también a los numerosos antiguos alumnos que le arroparon.
Herrero recibió el reconocimiento por la ‘estrecha vinculación de su obra poética con la ciudad’, en un trabajo literario con ‘clara referencia cultural y vital’, según aprobó en septiembre el pleno del Ayuntamiento de Ávila.
En aquella decisión municipal se recordaba a todos aquellos estudiantes que ‘han aprendido a amar, no sólo el mundo de la cultura que el poeta representa, sino también a una ciudad con la que el escritor vive en permanente diálogo’.
Con motivo del nombramiento de hijo adoptivo se presentó ‘Escritos recobrados’, una obra editada por el Ayuntamiento de Ávila que recoge más de 200 páginas en prosa de artículos del escritor sobre variados temas, desde relacionados con la capital o la provincia, a La Celestina, Thomas Merton, su paisano José Jiménez Lozano o incluso al humorista Gila.
Por su parte, el alcalde de Ávila, Miguel Ángel García Nieto, alabó a Herrero en ‘un día como el 14 de diciembre, festividad de San Juan de la Cruz y día de las letras hispánicas’, y dijo que nombrarle hijo adoptivo es ‘apropiarnos un poco más de uno de los nuestros, de un escritor de reconocidísimo prestigio y largo recorrido’.
Jacinto Herrero, artífice de la colección de poesía ‘El toro de granito’, donde han publicado a lo largo de los años -entre otros- la escritora Carmen Conde o el nicaragüense -país donde ejerció el sacerdocio- Pablo Antonio Cuadra, ha sido acreedor de los premios -entre otros- Rocamador, Jaime Ferrán, Anthropos y Fray Luis de León.